Que me gusta trabajar por series no es ningún secreto. Creo que casi todos los trabajos que hacemos pueden ser considerados como tandas de series. Es normal que así sea pues las repeticiones son la base de cualquier entrenamiento que busque una mejoria en cualquier disciplina. Repetir no significa relajarse ni mucho menos aburrirse. Supongo que hay que tener un cierto temperamento para entenderlo así, y el mío por fortuna es estupendo porque me encanta hacer siempre lo mismo. Me gusta pasear por los mismos sitios, comer las mismas cosas y querer a las mismas personas. Todo siempre igual... y me saca de quicio cualquier variación -aunque a veces he de reconocer que le dan vida al conjunto- porque me parece que me alejan del meollo al que estoy permanentemente a punto de llegar. No se muy bien cual es ese meollo pero estoy seguro de que existe y que el camino más directo para mí es repetirme como el ajo, una y otra vez, y permitirme pequeñas licencias de libertad en cada intento.
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| casa con tapia amarilla. óleo/lino. 60x73 |
Ahora estoy trabajando en una serie de pinturas de tamaño mediano-pequeño que tienen en común los motivos cercanos al lugar donde vivo y el estar siendo realizadas de una manera sencilla, directa y lo más espontánea posible pues esa es la manera en la que las percibo y las siento.
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