Me fascina que sean
“composiciones abiertas”. Esto es un tecnicismo que conviene aclarar, como también conviene aclarar que es algo que yo
me saco de la manga... o sea que ya me dirás si tienes paciencia si te parece
otro desvarío. (Menos mal que lo llevo advirtiendo desde un principio desde el
subtítulo del blog)
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La cuestión es que
en Oriente no se componen las pinturas desde los márgenes del formato hacia el
interior, como es tradición nuestra. Ellos por el contrario no parece que
tengan en consideración que la obra haya de terminarse donde el cuadro se acaba
sino que por el contrario, como la vida misma, no tiene límites ni se detiene
en ningún borde. Lo que queda recogido por la pintura es tan sólo un fragmento.
Un fragmento maravilloso y lleno de pálpito que puede hablarnos con todo
merecimiento tanto de sí mismo como de lo que no cupo en la obra porque es la
misma naturaleza y espíritu.
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Cuando un pintor
oriental comienza a trazar sus composiciones lo hace como si un trazo infinito
se desplegara atendiendo a su propia forma y al espacio vacío que genera
alrededor que funciona como un contenedor de todo lo que no está.
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Nuestras
composiciones tienden al orden y al equilibrio. Supongo que es reflejo de
nuestra concepción de lo que debería ser. No digo que esté mal, ni que haya una
verdad universal. Simplemente señalo el hecho de estas posturas. Personalmente
me gusta mucho el dinamismo vital que las pinturas orientales no pretenden
refrenar ni mucho menos contener.
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Cuando veo un rollo
de pintura oriental me hace gracia imaginar que en lugar de tres metros podría
ser de cinco o de tan sólo uno y que el resultado en esencia es el mismo. Un
biombo puede tener siete paneles o tan sólo tres. El mismo biombo que realmente
tiene cinco. Su equilibrio es interior y no necesita afirmarse en unos márgenes
que le pongan el apoyo. No sé si me explico.
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Y... ¡oh!... por la
misma razón puedes tomar un fragmento de la obra al azar y funcionará igual de
bien que el conjunto. ¿Qué nos está enseñando esto? ¿No has pensado nunca que
un momento en tu vida puede contener todo el fulgor de la existencia?
PD: estos pequeños floreros se compusieron con las heróicas supervivientes del gran ramo original y...sí... te has dado cuenta: representan la antítesis de lo que aquí menciono
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PD: estos pequeños floreros se compusieron con las heróicas supervivientes del gran ramo original y...sí... te has dado cuenta: representan la antítesis de lo que aquí menciono
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1 comentario:
La flor morada es la humilde malva.Y desvaría,desvaría que algo queda....M.J.
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