Ayer, mientras la cabecita mía daba vueltas al tema del post anterior, me
encontré con el siguiente enunciado en el escaparate de la tienda de
comestibles del barrio: “el Tiempo es el mejor de los autores: siempre
encuentra el final perfecto” Charles
Chaplin. Y pensé: “¡Anda, mira: qué oportuno! No sé si Charlot se refería al final definitivo o a la capacidad o
incapacidad de ver terminada una cosa, cualquier cosa, como es mi caso... De
cualquier forma estoy de acuerdo con la cita, incluso aunque resulte espeluznante si por ser
coherentes incluimos a todo (y a todos) aunque apenas hayan llegado a Ser.
Un poco crecidito por los resultados del cuadro anterior me propuse aprender a ser lo más resolutivo posible |
Las vidas de las personas tienen un punto
final. A partir de ahí lo que hicieron, soñaron y sintieron quedó hecho, sea
cual sea el estado en el que lo dejaron. Ya no es posible cambiar nada, añadir
nada, alterar nada. Pero sí que es posible revisarlo todo y aceptarlo. Un punto
final permite (es lo único que permite) contemplar la historia de una persona
como algo completo, terminado, cerrado. Incluso a los acontecimientos que
quedaron interrumpidos se les puede atribuir el fatum de que su naturaleza era quedar así.
Y tan contento que no me lo terminaba de creer continué con lo que creía la panacea |
Desde el lugar en que me coloca ese
pensamiento me gusta considerar que
todas las vidas son perfectas en cada instante puesto que en cualquier momento
se pueden extinguir y quedarán cerradas
hayan sido cortas o largas, pródigas en acontecimientos o planas y anodinas... Y
es por lo que también pienso (o quiero creer) que lo que hace interesante algo,
una vida, ya que estamos, pero es extensible a todo... no es ese “algo” en sí,
sino cómo nos lo contamos... qué palabras elegimos.
pero despues hubo una serie de "metidas de pata" que me quitaron toda la confianza que estaba adquiriendo. Así que tuve que dejar que ocurriera cuando tenía que ocurrir |
El Tiempo pone el marco que delimita una vida
o cualquier acción o acontecimiento. El Tiempo decide cuando se nace y cuando
se muere. El Tiempo decide cuando se empieza algo (un cuadro, un cuaderno, una relación)
y el Tiempo decide cuando has de dejarlo. Hay tantos factores que influyen que
pensar en tener el control es una ingenuidad. Pero sobre lo que sí
tenemos decisión es sobre lo que hay dentro del marco: sobre lo cumplido, sobre
lo vivido... y podemos darnos por satisfechos con esto. Rememorar, sentir,
profundizar, elegir, interpretar. Comprender o creer que lo haces...
1 comentario:
Los últimos dos párrafos!!!!... me golpearon hondo! Gracias.
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