miércoles, 27 de noviembre de 2013

Las flores que Lola trajo a la cena de Adrián. Anémonas en un jarrón.







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Ayer metí enterito el texto del diario como comentario del blog. A Kike no le gustó nada. Dice que vuelvo a las andadas; que ese tipo de cosas no tienen interés y que los cuadros van por un lado y lo que cuento va por otro.  No le quito  razón aunque intuyo que se equivoca. Todo lo que hace una persona es expresión de sí misma. Un cuadro va por un lado y  un cuento va por otro pero todo ha de apuntar en la misma dirección si procede de la misma fuente ¿O acaso no es así?


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Si no es así, estamos apañados y mejor no sigas leyendo porque este post también va de taperucecas.



Además, ayer me puse a sacar fotos a un par de Kakemonos y  ya que estaba saqué un montón de detalles; que resultan ser  lo que mejor se aprecia en reproducciones pequeñas. Si quiero meter todas las fotos he de incluir un montón de relleno... si tú eres de los que miras las imágenes sin tener necesidad de consultar el texto, este es tu momento porque no te vas a perder nada.





¿O quizás si?



Lo cierto es que yo también soy de aquellos a quienes les da una pereza enorme leerse los textos que acompañan a las imágenes de los catálogos. La información que encuentro en ellos no está a la altura de las expectativas que me genera una obra si esta me gusta.....Salvo excepciones normalmente en palabras del propio artista que habla de su obra o de lo que le pasa por la cabeza. 

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(Por la mía pasan ahora los ejemplos de tres artistas cuyos escritos recomiendo aunque  no mires su obra: Agnes Martín, David Hockey y Marta Cárdenas...esta última también lleva un blog que se llama vitrinaignota)

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Si por el contrario la obra no me gusta o me deja indiferente es difícil que lo que se pueda haber escrito sobre ella me haga verla de manera diferente. Por desgracia esto es así. Y escribo “por desgracia” porque reconozco en ello una limitación que con un poquito de mi parte podría superar. Sé que me llevaría gratas sorpresas. Digo “sé” porque me ha pasado ya, por ejemplo con el Minimalismo que no sabía por dónde había que mirarlo hasta que me dijeron que de eso se trataba y empecé a encontrarle la gracia.

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Quizás mis reticencias tengan explicación en un equívoco. La palabra “Arte” es un enooorme cajón de sastre donde cabe todo. Cuando vamos a buscar algo a ese cajón como el que va a buscar agua a la fuente cuando tiene sed, y no encontramos lo que esperamos, sentimos frustración, rechazo e indignación. 


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Creo que esto es lo que te puede estar pasando a ti ahora mismo, leyendo este blog,  Pero recuerda que se subtitula “Pinturas y desvaríos”

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De todas formas, en consideración a ti y a Kike y puesto que ya me parece que tengo suficiente material de relleno, voy a hablar de los kakemonos de esta entrada.


En el próximo post...


1 comentario:

ana dijo...

Creo que tus textos son un acompañamiento perfecto porque proceden de la misma parta del cerebro, la de la creatividad. Los cuadros preciosos una vez más.
Los desvaríos son frescos y naturales, diría que son ecológicos porque no están alterados, son tuyos y nacen casi salvajes junto al lienzo.
Los colores explosivos en estos que hoy nos muestras, la anémonas son muy alegres y has sabido llevar toda su atracción hasta tu trabajo.
Una vez más un placer mirar y leer,
Un saludo,
ana