"Vivir con Cuadros" es una frase que evoca mucho y no dice nada. Es un truco que funciona al poner juntos un verbo y un sustantivo. " Crer en Dios" o "Tomar viento" por usar las tres terminaciones... Digamos que no se posicionan. Uno no sabe qué puede haber detrás y está bien caer en la cuenta de que sólo son frases hechas cuyo sentido damos por sentado y por tanto ser causa de un mal entendido.
¿Qué tiene esto que ver con el blog? Bueno... "Vivir con Cuadros" estuvo cerca de ser el título y me quedó presente porque me di cuenta entonces de que no se qué significado le doy yo mismo. Y quizás debería saberlo porque soy pintor y convivo con mis cuadros y me gusta. Y porque también me gusta preguntarme cosas aunque no llegue a ninguna parte o, aún más desconcertante, a donde llegue no me agrade.
Por lo que llevo pensado, "Vivir con Cuadros" también tiene significados posibles según las épocas, las culturas y por supuesto la clase social. Pero nada de esto me interesa para aquí. No por nada, salvo porque esto no es una tésis; tan sólo un blog. Me interesan las resonancias que pueda tener en personas cercanas a mí, personas que son mi marco de referencia; que pienso que pueden entender lo que hago y disfrutar de ello lo mismo que yo. Vamos: que estoy pensando en mí; pero no te retires, a lo mejor coincidimos.
Conocí a una persona que por motivos profesionales cambiaba contínuamente de ciudad y por lo tanto de domicilio. No tenía muebles y apenas una maleta para la ropa; pero tenía un cuadro. Lo primero que hacía cada vez que estrenaba hogar era buscar un buen sítio para colgar su cuadro y disfrutar de él.
Otras muchas personas por el contrario, tienen por compañia cuadros que no les gustan pero que "deberían" gustarles y hasta se acostumbran y convencen. Otras prefieren no tener nada porque piensan que se cansarían o porque no les gusta "decorar" o porque todavía no han encontrado lo que buscan o porque no tienen dinero para adquirirlo. Me solidarizo con estas últimas. A veces pienso que me he hecho pintor para poder convivir con cuadros que me gusten y a los que pueda tener acceso.
Pero no me ha salido muy bien la jugada. Es muy difícil pintar un cuadro que a uno le guste al 100% y que no me provoque el quitar tal cosa o cambiar tal otra. Afortunadamente estoy aprendiendo a que para vivir con mis cuadros tengo que aceptarlos igual que hay que hacer con las personas queridas; esto es : también con sus defectos. Si lo consigues el cuadro - y la persona- te dejarán entrar.
Se puede entonces vivir una segunda vida que es como una extensión de la tuya que se hace a propuesta del otro. Como en la película "Mary Poppins" cuando entran en el parque que está pintado en la baldosa del suelo y encuentran la palabra "supercalifragilísticoexpialidoso". Más no es evasión . La evasión tiene por meta el que te olvides de quien eres. Esto, por el contrario, lo intensifica. En un tiempo que es el del cuadro, que es presente contínuo. Porque los cuadros están siempre ahí ...para ofrecerte una nueva experiencia de contemplación cuando quieras.
Y ¿sabes qué es lo mejor de todo? lo mejor de todo es que no necesitas "tenerlos" para vivir con ellos. Basta con saber que existen. No es que no quisiera tener "la Primavera" o cualquier Vermeer, o casi cualquier Hockney o los "Pinos en la Niebla" o tantos y tantos...Ocurre afortunadamente que una vez que los has visto, incluso en una foto, sabes que cada vez que acudas a ellos te dejarán entrar . Siempre.
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