Ayer escribí un nuevo post: Me enfrenté
de nuevo con ello a una torre de espejismos y no sé si salí o no victorioso. Es complicado expresar ideas y sentimientos porque pasa lo mismo que con todo lo
demás: no se están quietos y es difícil hacer diana.
.Las fotos de las magnolias son bonitas, no
hay duda. En mi trabajo – y en mi vida – a falta de algo mejor, siempre me ha
movido la búsqueda de la Belleza. Reconocer la Belleza, reflejar la Belleza... crear
Belleza, por tanto, para los demás y para mí.
.Pero las cosas no funcionan así. De modo que
no he hecho más que dar tumbos y si alguna vez me acerqué ha sido por fortuna
¿Qué es lo que hace que algo sea Bello? ¿Es una disposición de elementos
colocados correctamente? Y cuando digo
“correctamente” ¿qué quiero decir? Todo
lo más lejos que podemos llegar por este camino es a simular una apariencia de
Belleza por tanteo. Como adornar un árbol de navidad. Conseguimos efectos
de armonías reconocidas y confortables.
La Belleza es más.
.¿Será que el meollo no está en los elementos
que contemplamos sino en los ojos del que contempla? ¿Porqué ocurre que la Belleza que un día nos aturdió,
otro día nos deja indiferentes? Y al contrario ¿porqué un día, como por azar,
vemos lo que habitualmente nos rodea como si se hubiera descubierto una cortina
de polvo y aparece un resplandor que antes no estaba?
Creo que la Belleza está en el Mundo y en
cada uno de nosotros a partes iguales. La Belleza está en el encuentro. No sé
muy bien cómo se produce ese encuentro. Creo que hay que andar un poco
despistado; con la guardia baja, por así decirlo. Creo que hay que estar
receptivo y dispuesto. Y ya. No sé más. Se mueve.
.
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