El otro día ... o quizás tan solo hace un rato, depende de cuando decida publicar esta nueva entrada, lancé al cyber-espacio un post titulado "apología del tulipán naranja" Lo ilustré profusamente con detalles de las obras que mencionaba y empleé párrafos y párrafos de verborrea para ilustrar las ilustraciones.
A pesar de tanto exceso, me quedaron cosas que añadir como por ejemplo....porqué en lugar de publicar las imágenes completas sólo puse detalles de las mismas como al azar. ¿Y esto porqué?
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Pues en primer lugar porque las imágenes no quedan bien en este formato. Parecen sellos. Prefiero dar una imagen deliberadamente equivocada y que no llame a confusión a otra que por ser fiel a la realidad, la deje en mal lugar. No sé si me explico.
los Kakemonos son piezas de formato vertical en la que el espacio dejado en limpio juega un papel importante. Ocurre que todo ese espacio está concebido y dispuesto para el tamaño y la escala de un espectador "real" en un mundo "real" y no virtual como este en el que estamos. Me refiero a la pantalla de un ordenador, naturalmente.
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Estoy cocinando una página en la que se pueden ver las obras de la manera más técnicamente correcta y más fiel... por mucho que me repugne reconocerlo ... así que si quereis consultarla no hay más que hacer "click" en la esquina superior derecha (tu derecha) en donde pone "acerca de las obras"
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Entretanto aquí os dejo de muestra los cinco Kakemonos que forman parte de la obra "tulipanes color naranja", por lo menos en un formato casi correcto. Son cinco porque es un número bonito y bastante equilibrado, creo yo. Y son cinco porque los tulipanes se mueven y cambian. En realidad todo se mueve y cambia, hasta las piedras; pero no hay que ponerse demasiado puntilloso porque entonces no podríamos nunca dejar un cuadro tranquilo y terminado (que es por cierto lo que me pasa a menudo) He encontrado una manera de zanjar el asunto haciendo versiones del mismo motivo a medida que cambia, respira y permanece.
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